Epistaxis
Se define como epistaxis a la hemorragia proveniente de las fosas nasales y/ o los senos paranasales. Es una urgencia frecuente y cotidiana ( 60% de la población ), generalmente benigna, aunque, puede, en casos extremos, comprometer la vida del paciente.
Puede ser la manifestación de una alteración local o un síntoma de otras patologías y su frecuencia se explica por la rica vascularización de las fosas nasales.
Se las clasifica por su ubicación en anteriores, superiores y posteriores, siendo las primeras las mas comunes, menos complejas y de mas fácil resolución (taponaje, cauterización). Como primera acción en el domicilio, se recomienda colocar una algodón embebido en agua oxigenada o alguna gota nasal descongestiva y comprimir el ala nasal por un periodo de 10 minutos.
Generalmente, en las epistaxis posteriores, se aconseja la internación del paciente para mejor control de su evolución. En todo paciente con epistaxis es fundamental: identificar la zona sangrante, a través de la limpieza de las secreciones, evacuación de los coágulos, la realización de una rinoscopia anterior y en el caso de ser necesario un examen endoscópico. Apreciar su magnitud y repercusión general, realizando una completa historia clínica asociado a exploración clínica y de laboratorio. Investigar y definir la causa que la produjo.
Los objetivos del tratamiento serán: tranquilizar al paciente, detener la hemorragia y en el caso necesario compensarlo. Según su localización e intensidad variara el tipo de tratamiento indicado llegando en determinados casos, al tratamiento quirúrgico (epistaxis recurrentes, graves o fracaso del taponaje).